Blanqueamiento
Este es un tratamiento estético muy popular entre los pacientes, ya que es mínimamente invasivo y ofrece resultados duraderos.
Se basa en la aplicación de productos químicos, como el peróxido de hidrógeno y el peróxido de carbamida, que penetran en el esmalte dental creando poros y alcanzando la dentina, la capa interna del diente responsable de su color. Al interactuar con la dentina, estos agentes aclarantes reducen la tonalidad oscura, logrando que los dientes se vean más blancos y radiantes, además de eliminar manchas y pigmentaciones causadas por el tabaco, el café y otras bebidas oscuras.
Carillas
Este tratamiento permite modificar, mejorar o perfeccionar la forma, el tamaño y el color de los dientes. Consiste en la aplicación de finas láminas de composite o porcelana que se adhieren o cementan sobre la superficie frontal dental.
Es fundamental realizar una evaluación previa para valorar la salud bucal y determinar qué tipo de carillas es la más adecuada, así como identificar si es necesario llevar a cabo tratamientos previos de odontología general, periodoncia u ortodoncia.
Prótesis
Las prótesis dentales, también conocidas como dentaduras postizas o artificiales, tienen como objetivo reemplazar los dientes perdidos y restaurar tanto la funcionalidad como la estética de la boca. Estos dispositivos se fabrican a medida, utilizando materiales como acrílico, metal o deflex, según las necesidades de cada paciente.
Las prótesis permiten sonreír, hablar y masticar con total seguridad, y constituyen una opción cómoda y accesible para quienes no pueden optar por implantes dentales.
Pueden ser totales o parciales, según la cantidad de dientes que sustituyan, y también fijas (que no se retiran) o removibles (que se pueden quitar y poner según conveniencia).